¡Buenas mis queridos Emocionartes!
El
pasado Lunes 24 nuestras compañeras vistieron a nuestra profesora Pilar igual
que en una foto de su infancia, con un mono vaquero con líneas de colores y un
sombrero. Esto me llevo a mis propios recuerdos de pequeña, cuando jugábamos en
el campo; vivíamos el momento, olvidándonos de pensar y dejándonos llevar.
También
durante el juego, pudimos ver como en cada foto que veíamos nos conducía a
todos esos recuerdos unidos a nuestra valiosa infancia y despertando a nuestra
niña interior, la cual jamás debemos perder.
Curiosamente,
ese mismo día, vi un artículo publicado en Facebook donde hablaban de la
infancia, y como esta deja marcas que duran para siempre; huellas que veremos
reflejadas en nosotros a lo largo de nuestra vida.
Todo
lo que vivimos marcan nuestras emociones, pensamientos y vivencias, por eso es
muy importante cuidar todo aquello que nos hace fuertes y felices, y muchas de
estas vivencias se encuentran en nuestra niña interior, la cual hay que dejar
salir y expresarse, jamás encerrarla, ya que es una forma de reprimirnos.
Ponernos en contacto con
nuestra niña interior es una forma de sanarnos, ya que esta contiene todas
nuestras emociones positivas y negativas, de las cuales también ella se puede
recuperar.
Debemos alimentarla con
todos aquellos recuerdos que ella refleja y a las emociones y actitudes a la
que nos conduce, dejándonos llevar sin que nuestra sociedad guie nuestros comportamientos,
dejando atrás el qué dirán; como dije al principio, olvidándonos de pensar.
Realizado por: Andrea Acevedo González
Andrea Acevedo González
Hermoso Andrea, ojalá que nuestra niña interna sane y sea una fuerza vigorosa en los momentos que la vida nos presente
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