¡Muy buenas a todos mis queridos EmocionArtes!
¡Ya se acaba el curso y la asignatura! y debo reconocer que hace unos meses no habría sabido como definirla, pero si hoy tuviera que buscar una palabra sería única. Definitivamente no se parece a absolutamente nada a lo que yo me hubiera esperado en un principio, pero lo más bonito que me llevo ha sido la reflexión. Todos los temas han sido puestos a debate, con distintas opiniones, y he reflexionado sobre temas que nunca antes me habían llamado la atención, temas que consideramos normales.
Es por esto que el vídeo con el que debía finalizar esta asignatura debía ser una historia, y una reflexión mía, por lo que hoy no he venido aquí a dar una charla sobre un tema de mi vida en concreto, sino que os quiero plantear una pregunta: ¿ Por qué en ocasiones dejamos de hacer cosas que nos gustan?
Para que entendáis como surgió esta pregunta os voy a poner en contexto: hace unas semanas comencé a sacar la ropa de verano del armario y encontré algo que no esperaba: mis patines. Para cualquier otra persona esto puede ser un objeto normal, pero para mi tiene mucho valor sentimental ya que durante muchos años de mi infancia practiqué este deporte.
Nada más encontrarlos, me emocioné y no pude resistir la tentación de ponérmelos, fue entonces cuando me surgió la duda ¿seré capaz de volver a hacerlo?, entonces me armé de valor y lo intenté por casa, pero esto no fue suficiente, así que convencí a una amiga y unos días después nos fuimos a patinar, y allí estábamos ambas, disfrutando de algo tan sencillo pero que no habíamos practicado desde hacía mucho tiempo.
Fue entonces cuando ella me preguntó: ¿ Por qué lo dejaste si te gustaba y se te daba tan bien? Creo que si hoy en día tuviese que responder a esta pregunta ya no podría responder con un sencillo "porque yo quise", ya que esto no es cierto del todo. Aún a la edad tan temprana en la que yo practicaba este deporte, la sociedad ya hacía presión para dar a entender que no estaba adaptado para mi edad, los horarios eran nocturnos, al aire libre, e incluso la familia influye de manera inconsciente, en mi caso cada hermano realizaba una actividad distinta con horarios muy diferentes, por lo que para mis padres era agotador, así que un día me preguntaron ¿ No te gustaría más hacer este deporte? ¡Así irás con tu hermano mayor! Así que yo accedí y cerré esta etapa de mi vida.
Probablemente si ahora me volviesen a hacer la misma pregunta, respondería que no, puesto que este deporte, para algunos tan poco interesante a mi me hacía feliz, y a día de hoy me sigue encantando.
Os dejo el vídeo en el que he intentado representarlo de la mejor manera posible, ¡espero que os guste!
Patricia Rodríguez Segura
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