Hoy,
27 de Febrero, nos gustaría hablaros de una noticia recogida del periódico el
País, la cual no ha dejado a nadie indiferente, pues la pasada semana vimos en
los medios de comunicación el caso de Lucía, una niña de 13 años, la cual debido
al acoso escolar que sufría por parte de varios compañeros de clase, decidió
poner fin a su vida el 10 de enero de 2017. Sus padres cuentan que la niña
tenía pánico a salir de casa por miedo a encontrarse con los compañeros que
la hostigaban en clase, pues estos eran vecinos de su barrio. Lucía era una
adolescente normal, con un buen rendimiento académico, a la cual le encantaba
la cultura manga y los cómics.
Lucía
comenzó a sufrir acoso a los diez años, cuando estaba en Primaria. Los padres
no le dieron importancia al creer que sería cosa de críos. Fue en 2015 cuando
la niña comenzó un tratamiento psicológico tras un episodio detectado por la
madre al encontrarse en la mochila de la niña los bocadillos de toda la semana,
pues la niña no había comido nada debido a las burlas que hacían los compañeros
de su aspecto físico, llamándola gorda y fea, además de otras agresiones. La
madre descubrió un triste relato en el diario de su hija, en el cual ella
explicaba que «estaba hundida, sola y harta de ser la gorda».
Cada
mañana el viaje en autobús se convertía en una pesadilla, pues los compañeros
la insultaban y empujaban. La niña, un mes antes de suicidarse le dijo entre lágrimas
a su madre «Mamá, no puedo más». La madre denunció esta situación de maltrato
constante en el colegio, en el cual supuestamente habían activado el protocolo
de acoso escolar, pero nada se hizo por cambiarla de aula y terminar con esa
situación. Las únicas medidas que tomaron fueron expulsar varios días a los
agresores después de que la madre diera la voz de alarma sobre el supuesto
maltrato a su hija. Antes y después el centro alego que la menor no sufrió
bullying, sino un episodio puntual.
La
niña se encontraba en un grupo de terapia con otros adolescentes por un intento
previo de suicidio. Poco después de la muerte de Lucía, los padres encontraron un relato gráfico que dibujó en la hoja de un cuaderno,
separado en viñetas, en el que la protagonista de papel caía de espaldas por un
abismo… relato que se convirtió en realidad tras su suicidio.
Cómic dibujado por Lucía García Menárguez, la adolescente de 13 años que se suicidó en Murcia el pasado 10 de enero recogido del periódico "El País". |
Lucía se representa como una niña tranquila en
la primera viñeta. “Era una niña muy feliz”, escribió Lucía. En la siguiente
plasmó el reflejo de su realidad en el que aparecen las risas de mofa y los
insultos: “¡Feas, gordas, tontas!”. En esta hoja de cómic, sin fecha y con
muñecos esquemáticos, aparecen todos los fantasmas que rondaban en la vida de
Lucía. Los “monstruos” que la perseguían…esos que ella contó a sus padres que
la agredían tanto física como psicológicamente.
Finalmente, a través de este relato plasmado en
papel, queremos mostraros como a veces la única forma que
encontramos de expresar y contar al mundo lo que estamos viviendo…sintiendo es
a través del arte y en este caso a través de formas de expresión como el dibujo.
Los dibujos son una creación que en la etapa infantil se dan con frecuencia
pero, a medida que vamos creciendo, se va perdiendo ese talento, esa capacidad
para crear y expresar, la cual solo permanece en algunas personas. En este caso,
vemos como esta niña plasmó su historia y con ella sus miedos, sus preocupaciones
y la situación que estaba viviendo en su entorno escolar. Los dibujos pueden
mostrarnos muchas señales sobre la esfera personal del individuo, pues en ellos
plasmamos nuestras emociones, deseos, miedos, anhelos, etc.
Próximamente
mostraremos algunos dibujos infantiles que hemos recopilado y trataremos de
analizarlos a medida que vayamos conociendo la esfera del dibujo en la etapa infantil.
Sara Sanchez-Pascuala Sanz
Sara qué historia más triste y terrible, se ve que el contexto y entorno es claramente cómplice. El dibujo conviene incluir de dónde se ha extraido
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