¡Buenas mis queridos Emocionartes!
Hoy en clase, hemos debatido sobre la polémica de
Dani Rovira en la gala de los premios Goya… ¿Qué pretendía luciendo esos altos
tacones rojos? Desde aquí creemos que la intención era contraria a la que
transmitió el actor, la cual fue
tergiversada por los medios de comunicación y por algunos sectores de la sociedad.
Nosotras consideramos que el cómico actor pretendía
con este gesto defender a las mujeres, pero en cambio, el color del zapato y el
impacto que éste provocó, desató una vorágine de
comentarios.
Durante el transcurso de la clase, el grupo estuvo
hablando de la connotación que tiene el zapato rojo y cúal es su. Pilar, nos
presentó el cuento de hadas “Las zapatillas rojas”. Este cuento nos presenta la
historia de una familia pobre en la que la niña, a la que le encanta bailar,
deseaba tener unas zapatillas rojas pero los padres no se podían permitir este
gasto.
Cuando murió la madre de la niña, ésta fue adoptada
por una atesorada señora que la cuidó como si fuera su hija. Como la señora se
iba a casar, mandó a Karen a comprarse unos zapatos adecuados para la ocasión.
La niña, al ver la oportunidad, ¡no dudó en comprarse esos zapatos rojos que tanto
deseaba!
Al aparecer en el evento, la ilusión de la niña se
vio quebrada en poco tiempo… La mujer, muy enfadada regañó a Karen, dejándola
en evidencia delante de los invitados y explicándole que aquellos zapatos eran
vistos como un símbolo de coquetería y vanidad, cualidades que según ella no le
ayudarían nunca. Sin embargo, y pese al enfado, la niña aprovechaba cualquier
ocasión para lucirlos. Cuando la señora murió, se organizó el funeral. Cuando
Karen se vestía para acudir, vio los zapatos rojos en la oscuridad… Sabía que
no debía hacerlo, pero, sin pensárselo dos veces ¡cogió las zapatillas y metió
dentro sus piececitos! Al entrar al funeral, fue sorprendida cuando un hombre
se ofreció a limpiarle los zapatos para que estuvieran perfectos y la niña pudiera
bailar.
Al salir de la iglesia, ¡Cuál sería la sorpresa de
Karen al sentir un cosquilleo en los pies! Las zapatillas rojas se pusieron a
bailar como poseídas por su propia música. Las gentes del pueblo, extrañadas,
vieron como Karen se alejaba bailando por las plazas, los prados y los pastos.
Por más que lo intentara, no había forma de soltarse los zapatos, pasaron los
días y Karen seguía bailando y bailando. Con el paso del tiempo, la niña estaba
cansada y no podía más; necesitaba despojarse de aquellos zapatos rojos y para
eso tomó una decisión: cortarse los pies. Pidió ayuda al verdugo del pueblo,
que para su sorpresa era el mendigo limpiabotas al que le habían encantado sus
zapatillas rojas. Éste al acercarse y tocar las zapatillas de la niña, como por
arte de magia hizo que los pies de Karen parasen de bailar. Ésta aprendió la
lección y las guardó en una urna de cristal y no pasó un solo día en el que no
agradeciera que ya no tuviera que seguir bailando dentro de sus zapatillas
rojas.
Tras hacernos un breve resumen del cuento de Hans
Christian Andersen, Pilar abrió un debate en clase sobre la relación que tiene
esta fábula con la aparición de Dani Rovira y aquellos tacones. Entre distintas
opiniones y posturas contrarias, concluimos con la idea de que los zapatos
rojos son un símbolo femenino de sufrimiento, los cuales se atribuyen siempre a
las mujeres. Esos zapatos rojos explican como a una mujer se le puede arrancar,
robar y amenazar su vida más significativa o se la puede apartar de ella por
medio de halagos a no ser que conserve o recupere su alegría básica y su valor
salvaje. Este cuento, nos muestra cómo se inicia el deterioro y a qué estado
nos reducimos si no intervenimos en nombre de nuestra propia naturaleza
salvaje, de nuestra propia fuerza, de lo que somos: mujeres.
Para algunos el cómico actor se equivocaría y fue
tomado como un gesto de burla hacia el sector femenino, para otros no fue nada
más que una actuación más, dentro de un guion para amenizar al público. Lo
cierto es que los tacones de Dani Rovira consiguieron el efecto contrario al
que buscaban; y que se diera protagonismo al debate de género en la gala de
entrega de los Goya, fue todo un aluvión de críticas. Los tacones frivolizaron
una reivindicación importante y robaron el protagonismo al propio mensaje. Se
puso en el lugar de nosotras, las mujeres, subido a unos tacones pero no dio
voz a ninguna mujer durante la gala; pero cada cual que opine libremente sobre
el tema. Sea lo que fuere, este hecho abrió un debate del cual aprendimos y
descubrimos todo lo que se desenvuelve tras unos zapatos rojos.
¡Nunca te acostarás sin saber algo más!
Laura Trigo
Ruiz
Laura, en el grupo en huelga de hambre en la Puerta del Sol, había una instalación llena de zapatos rojos, no sé si siguen ahí. Para el cuento de las zapatillas rojas recomiendo mucho el libro de Clarissa Pinkola Estés "Mujeres que corren con los lobos" donde aparece este entre otros cuentos y su análisis, os gustará, el libro tiene que estar en la biblioteca
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