lunes, 20 de febrero de 2017

HOY EN EMOCIONARTE… ¡ZAPATOS ROJOS!

¡Buenas mis queridos Emocionartes!

Hoy en clase, hemos debatido sobre la polémica de Dani Rovira en la gala de los premios Goya… ¿Qué pretendía luciendo esos altos tacones rojos? Desde aquí creemos que la intención era contraria a la que transmitió  el actor, la cual fue tergiversada por los medios de comunicación y por algunos sectores de  la sociedad.

Nosotras consideramos que el cómico actor pretendía con este gesto defender a las mujeres, pero en cambio, el color del zapato y el impacto que éste provocó, desató una vorágine de
comentarios.

Durante el transcurso de la clase, el grupo estuvo hablando de la connotación que tiene el zapato rojo y cúal es su. Pilar, nos presentó el cuento de hadas “Las zapatillas rojas”. Este cuento nos presenta la historia de una familia pobre en la que la niña, a la que le encanta bailar, deseaba tener unas zapatillas rojas pero los padres no se podían permitir este gasto.

Cuando murió la madre de la niña, ésta fue adoptada por una atesorada señora que la cuidó como si fuera su hija. Como la señora se iba a casar, mandó a Karen a comprarse unos zapatos adecuados para la ocasión. La niña, al ver la oportunidad, ¡no dudó en comprarse esos zapatos rojos que tanto deseaba!

Al aparecer en el evento, la ilusión de la niña se vio quebrada en poco tiempo… La mujer, muy enfadada regañó a Karen, dejándola en evidencia delante de los invitados y explicándole que aquellos zapatos eran vistos como un símbolo de coquetería y vanidad, cualidades que según ella no le ayudarían nunca. Sin embargo, y pese al enfado, la niña aprovechaba cualquier ocasión para lucirlos. Cuando la señora murió, se organizó el funeral. Cuando Karen se vestía para acudir, vio los zapatos rojos en la oscuridad… Sabía que no debía hacerlo, pero, sin pensárselo dos veces ¡cogió las zapatillas y metió dentro sus piececitos! Al entrar al funeral, fue sorprendida cuando un hombre se ofreció a limpiarle los zapatos para que estuvieran perfectos y la niña pudiera bailar.

Al salir de la iglesia, ¡Cuál sería la sorpresa de Karen al sentir un cosquilleo en los pies! Las zapatillas rojas se pusieron a bailar como poseídas por su propia música. Las gentes del pueblo, extrañadas, vieron como Karen se alejaba bailando por las plazas, los prados y los pastos. Por más que lo intentara, no había forma de soltarse los zapatos, pasaron los días y Karen seguía bailando y bailando. Con el paso del tiempo, la niña estaba cansada y no podía más; necesitaba despojarse de aquellos zapatos rojos y para eso tomó una decisión: cortarse los pies. Pidió ayuda al verdugo del pueblo, que para su sorpresa era el mendigo limpiabotas al que le habían encantado sus zapatillas rojas. Éste al acercarse y tocar las zapatillas de la niña, como por arte de magia hizo que los pies de Karen parasen de bailar. Ésta aprendió la lección y las guardó en una urna de cristal y no pasó un solo día en el que no agradeciera que ya no tuviera que seguir bailando dentro de sus zapatillas rojas.


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Tras hacernos un breve resumen del cuento de Hans Christian Andersen, Pilar abrió un debate en clase sobre la relación que tiene esta fábula con la aparición de Dani Rovira y aquellos tacones. Entre distintas opiniones y posturas contrarias, concluimos con la idea de que los zapatos rojos son un símbolo femenino de sufrimiento, los cuales se atribuyen siempre a las mujeres. Esos zapatos rojos explican como a una mujer se le puede arrancar, robar y amenazar su vida más significativa o se la puede apartar de ella por medio de halagos a no ser que conserve o recupere su alegría básica y su valor salvaje. Este cuento, nos muestra cómo se inicia el deterioro y a qué estado nos reducimos si no intervenimos en nombre de nuestra propia naturaleza salvaje, de nuestra propia fuerza, de lo que somos: mujeres.

Para algunos el cómico actor se equivocaría y fue tomado como un gesto de burla hacia el sector femenino, para otros no fue nada más que una actuación más, dentro de un guion para amenizar al público. Lo cierto es que los tacones de Dani Rovira consiguieron el efecto contrario al que buscaban; y que se diera protagonismo al debate de género en la gala de entrega de los Goya, fue todo un aluvión de críticas. Los tacones frivolizaron una reivindicación importante y robaron el protagonismo al propio mensaje. Se puso en el lugar de nosotras, las mujeres, subido a unos tacones pero no dio voz a ninguna mujer durante la gala; pero cada cual que opine libremente sobre el tema. Sea lo que fuere, este hecho abrió un debate del cual aprendimos y descubrimos todo lo que se desenvuelve tras unos zapatos rojos.

¡Nunca te acostarás sin saber algo más!


 Laura Trigo Ruiz

1 comentario:

  1. Laura, en el grupo en huelga de hambre en la Puerta del Sol, había una instalación llena de zapatos rojos, no sé si siguen ahí. Para el cuento de las zapatillas rojas recomiendo mucho el libro de Clarissa Pinkola Estés "Mujeres que corren con los lobos" donde aparece este entre otros cuentos y su análisis, os gustará, el libro tiene que estar en la biblioteca

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