Hoy, como bien sabéis es el día
del padre y por ello me gustaría enseñaros un pedacito de mí… pedacito que conforma
mi padre, una de las personas más importantes en mi vida.
Quizás el tópico más común del
que se habla sea el amor de una madre y del que asimismo se le tiene. Mi madre
es otro de los pedacitos que me constituyen, pero hoy especialmente quiero
hablar de lo importante que es mi padre para mí, porque el cariño de un padre
es tan importante como el de una madre y quizás en nuestra sociedad no este
valorado de la misma forma, pues la maternidad es algo que se relaciona
directamente con la mujer, dejando a un lado la figura paterna.
A medida que he ido creciendo,
quizás por todos los cambios y las experiencias que he vivido en tan poco
tiempo, he tenido que madurar antes que otras personas y eso me ha hecho
valorar más lo que tengo a día de hoy, pues el tiempo pasa rápidamente sin
darnos cuenta.
El tiempo es el mayor regalo que tenemos y debemos aprovecharlo porque es una de las cosas que nunca vuelve. Los buenos momentos y las experiencias que hemos vivido nunca regresaran, al igual que el tiempo que estoy dedicando para escribir estas palabras… este relato en el que quiero describir una parte de mi vida.
El tiempo es el mayor regalo que tenemos y debemos aprovecharlo porque es una de las cosas que nunca vuelve. Los buenos momentos y las experiencias que hemos vivido nunca regresaran, al igual que el tiempo que estoy dedicando para escribir estas palabras… este relato en el que quiero describir una parte de mi vida.
Hay momentos en los que no nos
damos cuenta de la suerte que tenemos por tener a nuestra familia, pues la
familia no se elige sino que viene dada y en mi caso, no los cambiaría por
nadie. Hay personas que por suerte tienen próxima a su familia y en ocasiones
no valoran el tenerles cerca. Yo personalmente es lo que más echo de menos…
A veces he estado mal o he pasado
por un mal momento y, he necesitado tanto el apoyo de mi padre, que el simple
hecho de no tenerle cerca, de que no pueda abrazarme ha significado mucho porque
no es lo mismo hablar con alguien por teléfono que tenerlo cerca de ti. Mi
padre es una de las personas que mejor me entiende, pues somos bastante
parecidos. Él me conoce mejor que nadie
y sabe darme los mejores consejos, aunque a veces se va por las ramas y
comienza a hablar de otras cosas que no tienen nada que ver, debe ser cosa de
la edad… jejeje
Cuando mis padres se conocieron
ambos vivían en Madrid. Poco después se casaron y tuvieron a mi hermana Eva. El
trabajo de mi padre se trasladó a Barcelona y, después de idas y venidas
durante un año, mis padres decidieron irse a vivir allí. Tan solo tenía ocho
meses cuando llegue a Barcelona, por lo que puedo decir que soy medio catalana
y medio madrileña, aunque a veces no me siento de ninguno de los dos sitios y
digo que soy del aire…
Allí, pase los mejores años de mi
infancia… fue y sigue siendo mi hogar, en el que he vivido muy buenos momentos,
además de las travesuras y aventuras junto a mi hermana, mi compañera de
juegos, a la que siempre liaba para hacer trastadas. Poco después de terminar
Primaria, a los once años, mis padres se divorciaron y, mi madre, mi hermana y
yo nos fuimos de nuevo a Madrid, donde se encontraba el resto de nuestra familia.
Esto supuso un cambio muy grande para mí, pues tuve que dejar toda mi vida allí. Deje muchas cosas atrás…a mis amigos, mi hogar, a mi padre, pues él se quedó allí y también deje a mis mascotas, a las cuales considero por encima de todo” mi familia” porque siempre han sido un gran apoyo para mí al estar a mi lado y darme ese cariño y esa lealtad que nadie puede aportar, convirtiéndose en el amigo más fiel.
Esto supuso un cambio muy grande para mí, pues tuve que dejar toda mi vida allí. Deje muchas cosas atrás…a mis amigos, mi hogar, a mi padre, pues él se quedó allí y también deje a mis mascotas, a las cuales considero por encima de todo” mi familia” porque siempre han sido un gran apoyo para mí al estar a mi lado y darme ese cariño y esa lealtad que nadie puede aportar, convirtiéndose en el amigo más fiel.
Desde entonces todo ha cambiado
mucho, han pasado muchas personas por mi vida de las cuales unas se han ido y
otras se han quedado y, después de todo, me alegro de haberlas conocido porque
todos los momentos que he vivido me han hecho ser la persona que soy a día de
hoy, momento en el que me encuentro muy feliz a pesar de no tener tan cerca como
me gustaría a mi padre, debido a las circunstancias de la vida…
Mis padres cuentan que desde bien
pequeña me encantaba dibujar, incluso pintaba en las paredes. Como todo niño
creo que necesitaba mi espacio para expresarme y decidí que mi lienzo debían
ser las paredes de casa. Ellos siempre
han apoyado todo aquello que me ha gustado, como en este caso, el dibujo.
Cuando era pequeña me pasaba el día dibujando, incluso durante las clases cuando estaba en Primaria,
pero no creo que fuera por aburrimiento si no porque en esos momentos estaba
fluyendo y me dejaba llevar.
Mi padre comparte mi pasión por el dibujo, pues al igual que a mí siempre le ha gustado dibujar y se le ha dado realmente bien desde que era pequeño. Mi padre sabía que una de las cosas que más me gustaba era dibujar y por ello, me enseñó a pintar y a utilizar diferentes técnicas con las que expresarme como el carboncillo, la pintura al óleo, a pastel o a acuarela entre otras.
Mi padre comparte mi pasión por el dibujo, pues al igual que a mí siempre le ha gustado dibujar y se le ha dado realmente bien desde que era pequeño. Mi padre sabía que una de las cosas que más me gustaba era dibujar y por ello, me enseñó a pintar y a utilizar diferentes técnicas con las que expresarme como el carboncillo, la pintura al óleo, a pastel o a acuarela entre otras.
En esencia, siempre me ha
motivado a hacer aquello que me gusta y quizás hemos estado más conectados por
nuestros gustos, como montar en bici, las salidas al bosque o a espacios
naturales donde poder explorar e investigar que animales podía encontrar o mi
amor por los animales, lo cual nos ha hecho estar más unidos. No solo ha sido y
es mi apoyo, también me ha enseñado muchas otras cosas como apreciar los
pequeños detalles de la vida.
Siempre le he tenido cerca cuando
he tenido algún problema, haciéndome ver que las cosas no son tan graves como a
uno le pueden parecer y que todo tiene solución, pues no hay mal que dure cien
años. Es de esas personas que siempre son positivas, de las que te hacen reír
con cualquier tontería, de las que te comprenden pues aunque sean mayores,
siempre dejan al descubierto ese niño interior que en ocasiones piensa como un
adolescente cuyos pies se encuentran más cerca del cielo que de la tierra, pues
buscan vivir aventuras y disfrutar junto a los suyos.
Con ello, quiero mostrar que la
figura de un padre es igual de importante que la de una madre, como la mía, a
la cual quiero y admiro. Son las circunstancias de la vida las que nos hacen
madurar y ver lo que realmente es importante. Por ello, hay que disfrutar de la
vida y de las experiencias que vivamos, rodeándonos siempre de las personas que
sean esenciales en ella, de buena gente, buenos amigos y en este caso de la
familia, la cual es la única que siempre estará a nuestro lado.
Sara Sánchez-Pascuala Sanz
Gracias Sara por compartirlo, un padre es muy importante, y los hay mejores y peores, es una suerte tener un padre amoroso.
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